“LA DANZA” COMO VEHÍCULO DE INCLUSIÓN Y ALTERNATIVA AL CONFLICTO SOCIAL Y DE LIMITACIÓN AUDITIVA  DE NIÑOS Y JÓVENES EN LA LOCALIDAD DE BOSA.

RESUMEN DEL PROYECTO

Por: Lic. Martha Niño.

Esta experiencia nace a finales de los años 90 en el Colegio Distrital Pablo de Tarso  de la Localidad de Bosa, donde los estudiantes de bajo rendimiento académico y graves problemas de convivencia   se veían abocados a la desescolarización y por ende  a la exclusión a  la educación.

La mayoría de estos estudiantes integraban diferentes grupos o “galladas callejeras” , donde por medio del  Rap y otras expresiones populares, componían  canciones y coreografías que  mostraban  el rechazo e inconformidad con el medio social que les tocó vivir. En especial, expresaban el dolor de pertenecer a una localidad que vive en carne propia el conflicto social que enfrenta nuestro país desde hace varios años, iniciando desde la violencia intrafamiliar en que crecen y se desarrollan los niños de las instituciones educativas distritales, como el de buscar identidad y pertenencia, participando en   los grupos delictivos  de jóvenes adolescentes que se forman en los barrios, dando así  respuesta a la descomposición social, es decir jóvenes rebeldes en  búsqueda  de un futuro de oportunidades que les permitiera calidad de vida.

Las preguntas ¿qué hacer?, ¿para qué enfrentar el problema? y ¿cómo hacerlo?, dan vida a un proyecto pedagógico centrado en la danza como alternativa de vida y  encuentro de talentos, en medio de una comunidad con escasas oportunidades.

Este proyecto  inicia con  la búsqueda de respuestas a las anteriores preguntas por parte de la docente de educación artística de la institución,  motivada por fomentar en estos jóvenes la construcción  de proyectos de vida desde sus intereses por la expresión de la cultura callejera. Se integra y participa activamente con los estudiantes amantes del rap, la salsa  y el teatro en sus grupos, conociendo así poco a poco sus sentimientos, su pensar y la razón de sus rebeldías y su “no interés” por las actividades escolares, las cuales  calificaban  como algo  sin  sentido, pues no se proyectaban como futuros profesionales y para trabajar y hacer lo que les gustaba no lo necesitaban. Iban al colegio para estar con otros parches y no tener problemas con sus padres.

En esta  relación permanente de diálogos ,de saberes, de confrontación y de disertación con los estudiantes amantes de las expresiones callejeras (danza, música y teatro), se identificaron  diferentes problemáticas y dificultades  como:

  • La facilidad e interés por crear y construir  proyectos fuera del colegio, la “rumba” como única generadora de propuestas.
  • Las barras bravas y las
  •  pandillas como opción de tiempo libre.
  • La falta de espacios de formación artística y cultural.
  • Los esporádicos  y escasos espacios de formación en este campo  y la  desarticulación  a propuestas pedagógicas.
  • La poca valoración del cuerpo como instrumento creativo.
  • Los altos índices de violencia y agresividad escolar.
  • La falta de opción y proyecto vital al salir del colegio y el no retorno al mismo.

Identificadas estas dificultades, que visualizándolas como oportunidades o propuestas  dan paso a nuevas iniciativas,  para la docente y para el grupo de estudiantes, quienes se embarcan en la tarea de dar sentido a la labor escolar, mostrándoles  a otros estudiantes seducidos por “la calle” y en especial a todos aquellos amantes de la danza, el teatro y la  música,  a encontrar en el colegio un espacio para  hacer lo que más les gusta y aprender a hacerlo bien. Es así como se empiezan a crear y a desarrollar  iniciativas pedagógicas, artísticas y culturales, que parten tanto de la docente como de los jóvenes, que a esta altura han dejado de pertenecer al grupo de “estudiantes problema” y empiezan a destacarse como líderes en la participación y la proyección cultural de la institución y quienes  poco a poco, en la  apropiación del proyecto,  empiezan a vincular en  otros espacios de formación y creación dentro y fuera de la localidad que les permite, junto con la docente guía del proceso, proponer estrategias de innovación en el aula, creación de talleres especializados, formación de grupos de proyección y confrontación permanente del trabajo, definiendo tres ámbitos específicos de trabajo:

  • La Sensibilizacióncomo base fundamental en laconstrucción de los procesos pedagógicos en la enseñanza de la educación artística del Pablo de Tarso, transformando los líderes negativos en “líderes socioculturales positivos”.
  • La formación en danza como proyección de su cuerpo y del lenguaje artístico  más reconocido y dominado por los actores del proyecto, acercando  y relacionando  los diferentes “corpus” de conocimientos artísticos, de lo local y tradicional a lo contemporáneo y/o universal.
  • La proyección cultural  partiendo  de los intereses y las prácticas culturales de los estudiantes, convirtiendo la cotidianidad cultural en objeto de estudio desde la estética.

 A partir de esta mirada, se plantea la ausencia de estudios teóricos que sustenten la importancia del cuerpo más allá del relato “mítico-religioso” y del discurso “científico- fisiológico”. La necesidad de tematizar el cuerpo mediando entre la experiencia individual, más puntual e inmediata, y el contexto ideológico, más general e histórico, planeado sobre los sujetos”. Mostrando la dificultad pero al mismo tiempo la importancia de conceptualizarlo desde lo cotidiano reconociendo el sentido y la conciencia corpórea, fundamentales en la construcción de la discursividad sobre la corporeidad.

Desde el contexto de la cultura contemporánea se  plantean una serie de cambios estructurales en el estilo de vida, propio de cada grupo generacional. Por lo que las costumbres se instituyen y se modernizan con la participación de los jóvenes, quienes desde su aprehensión del entorno, asumen pautas de comportamiento mediante las cuales muestran su comprensión del mundo. El joven  recibe los mensajes dados por el medio, elaborándolos mediante las circunstancias sociales que caracterizan la época, demostrando y expresando su contexto específico, en el uso de su cuerpo evidenciando así su  ideal frente a lo  estético, la dimensión frente a lo erótico y lo sexual, la salud y sus expresiones motrices.

En la actualidad, la pérdida de la religión como principio orientador de la conducta social e individual, la ruptura del paradigma tradicional de familia, la trasformación del sistema de valores  compartidos por el grupo social, la globalización, la  brecha generacional, el encuentro campo- ciudad, el  sometimiento en el sistema educativo, la escisión de género, la ausencia de identidad entre otros, hacen parte del ramillete de asuntos que conforman el contexto en el cual se conforma la cultura somática de los jóvenes Bogotanos.
La cultura vista como el entramado de significaciones a partir de las cuales el ser humano explica la naturaleza, orienta la acción y articula su interioridad, fundada en mecanismos espirituales que permiten regular y garantizar tanto la vida individual como colectiva y el cuerpo como una unidad integral en donde confluyen la estructura biológica y sus funciones, la expresión y comunicación como necesidad fundamental del ser, el movimiento, el intelecto en donde se  elabora desde la realidad la construcción del yo, pone en manifiesto un distanciamiento entre el grupo generacional  y las instituciones  sociales que buscan orientarlo.

La relación cuerpo-mente establece la primera categoría que define el cuerpo como estructura funcional en la que se define como herramienta para el hacer, máquina para la producción  o como organismo para la reproducción, la segunda como estructura integral  en la que la unidad vital identifica al individuo desde la expresión autentica del ser. Desde la relación ético-vital se concibe, a través de la conciencia de su valor e importancia, destacando obligaciones y deberes para con este y negando todo aquello que vaya en su deterioro. Según la relación estética, se pretende comprender desde su imagen o la función visual que se mantiene frente así o frente a los otros. La apariencia se perfila como una de las categorías  predominantes, teniendo que ver con la imagen que el cuerpo ofrece y la comunicación-expresión que sobrepasa el simple hecho de la imagen permite mostrar la belleza del interior. La juventud con respecto a su imagen corporal se debate frente a dos asuntos fundamentales que son: la figura real que posee y la figura ideal que pretende  proyectar.

Por lo que esta concepción de la cultura invita a rastrear, por medio de estudios sistemáticos, las dimensiones nombradas anteriormente  en relación a las prácticas de expresiones motrices en el contexto socio cultural  especifico, que conduzca a la comprensión de la naturaleza de los aspectos  que marcan la sociedad se sintetizan en el cuerpo de los jóvenes en este caso específico y así generar condiciones para que las distintas instancias  reguladoras de la vida pública y privada  admitan , atiendan, orienten y comprendan  la particularidad de la población joven frente a los usos del cuerpo. El cuerpo es un acumulado histórico de épocas políticas y tendencias que aún se perciben y siguen influyendo en nuestra corporeidad y posteriormente en nuestra cotidianidad.

Es posible entender este largo proceso si miramos la posición del cuerpo moderno: “la historia del cuerpo, como la del hombre, es la de su lucha por la libertad”. La Danza de Isadora Duncan es el ejemplo concreto de esta búsqueda, rompiendo esos esquemas sociales anteriores, desde su cuestionamiento a la técnica clásica y según ella su esclavización del cuerpo solo en búsqueda de un  exterior. Su construcción de cuerpo está fundamentada en “dejar ser”, ella misma describiendo una clase dice que solo basto con poner música y dar unas pautas de donde comenzar para que sus alumnos pudieran bailar libremente. Le da importancia a la música desde su creación, desde esta partía para crear.  “Pensaba a menudo que era un error calificarme de bailarina; yo era mas bien un centro magnético que reunía las expresiones emotivas de la orquesta. De mi alma brotaban rayos ardientes que me enlazaban con la orquesta brillante y tremenda”.

 

En el desarrollo de esta propuesta Pedagógica-Artística-Cultural , se ha enfatizado en promover el proceso de inclusión  dentro de las instituciones educativas de la localidad, que brinde igualdad de oportunidades contemplando la heterogeneidad de niños y  jóvenes a partir de sus intereses y formas de expresión cultural y artística obteniendo, entre otros. los siguientes logros:

  • Seducir un gran número de estudiantes con dificultades sociales y sin ellas hacia la propuesta pedagógica.
  • Formación de público crítico y respetuoso.
  • Valoración del arte como parte del conocimiento humano y del cuerpo como herramienta fundamental de conocimiento y de creación.
  • Consolidación de la labor artística del grupo líder en la creación de la Fundación Artística y cultural “YAMBACÚ”
  • Consolidación de la experiencia de escuela no formal, abriendo la institución educativa los sábados y los domingos, como escuela de formación en danza, para niños y jóvenes de toda la localidad.
  • Continuidad en los procesos mediante el proyecto formador de formadores hacia la  proyección profesional.
  • Superación y profundización en el nivel de formación técnica y profesional.
  • Participación y presencia en el panorama artístico local, distrital y nacional.
  • Creación y consolidación del “Colectivo Pedagógico y Cultural de Bosa”, en donde otros dos  colegios y dos fundaciones artísticas se articulan para abrir otros espacios de formación en los otros lenguajes del arte como la música, el teatro y la gimnasia artística.
  • Inclusión de la comunidad sorda.
  • Confrontación de la experiencia y necesidad de expresarla en términos de investigación académica, en la que hasta ahora sólo se han formulado algunas preguntas:
    1. ¿Qué impactos positivos se han logrado respecto a la solución de las problemáticas infantiles y juveniles locales?
    2. ¿Cómo lograr la articulación entre instituciones y formular un proyecto local?
    3. ¿Cómo consolidar la articulación entre arte y pedagogía?